9 ene 2009

Nature vs Nurture

Este escrito es el primero de una trilogía formada por las tres doctrinas que más peso han tenido en la cuestión genes-ambiente. Expongo la primera de ellas, la doctrina de la Tabla Rasa. Lo que busco es abrir un debate sobre si somos el resultado de nuestra configuración genética, del ambiente en el que interactuamos, o bien de la interacción de ambos factores.

¿Qué somos genética o ambiente?, ¿nacemos como una tabla rasa? o ¿estamos determinados desde nuestro nacimiento?, muchos son los filósofos, biólogos, psicólogos y otros tantos pensadores que han querido responder esta cuestión. Resulta de sumo interés por cuanto implica. No debemos pasar por alto el hecho de que según lo que sea aquello que nos conforma, dispondremos de más o menos albedrío, seremos responsables en mayor o menor grado de nuestros actos, podremos corregir o no los comportamientos inadaptados, contaremos con la posibilidad de cambio o estaremos determinados a ser siempre lo mismo a lo largo de un continuo con diferentes grados. ¿Qué es entonces el ser humano?

Si nos posicionamos del lado de la Tabla Rasa, encontramos en primer lugar a John Locke (1632-1704):

Supongamos que la mente es, como decimos, un papel en blanco, vacío de cualquier carácter, sin ninguna idea. ¿Cómo se rellena? ¿De dónde le llega toda esa enorme provisión que la fantasía desbordada y sin límites del hombre ha pintado sobre ella con una variedad casi infinita? ¿De dónde proceden todos los materiales de la razón y el conocimiento? Para responder con una sola palabra, de la EXPERIENCIA”. (Ensayo sobre el entendimiento humano).

Podemos considerar a Locke como el padre del empirismo. La teoría del empirismo es una teoría del conocimiento, enfatiza el papel de la experiencia, especialmente la percepción sensorial, en la formación de ideas. Niega rotundamente que los humanos tengan ideas innatas. Hay que experimentar las cosas a través de los sentidos para tener ideas sobre esas mismas cosas.

Y aprovechando que estoy hablando de “experimentar las cosas”, voy a hacer un inciso, ¡¡¡¡¡estoy viendo por primera vez en mis 32 años nevar!!!!!!!!!!!!, madre mía es increíble, que EXPERIENCIA. Posiblemente quien lo haya visto desde niño no entienda esta emoción, pero es experimentar por primera vez algo, ¿cuántas cosas se descubren por primera vez cuando ya se tiene una edad?, pocas, pocas.

Bueno, ya estoy más calmada, continuemos.

Sabiendo lo que mantiene el empirismo es incuestionable que el creador de dicha corriente de pensamiento elaborase la doctrina de la Tabla Rasa. Al no existir ideas y por ello tampoco conocimiento de ningún tipo que sea innato, nacemos como un papel en blanco donde poder escribir cualquier cosa que finalmente nos hará ser quienes somos. Visto así, al fin y al cabo, si no nos determinan los genes nos determina el ambiente, sería una de las caras de la moneda. Pero entonces, si es el ambiente aquello que experimentamos y cimienta nuestro conocimiento, ¿por qué existe la delincuencia? ¿por qué existen personas inadaptadas?, si la educación puede serlo todo ¿por qué un niño maltratado no se convierte sistemáticamente en un maltratador?, esta sería una de las pruebas que falsea tal hipótesis. Si sólo somos experiencia bastarían los castigos-refuerzos para moldear al individuo convirtiéndolo en aquello que se quiera. Pero esto no es así, muchos ejemplos se pueden poner que indican que no somos una masa de arcilla informe a la que se le pueda dar forma sin más.

¿Cuál es vuestra opinión?

10 comentarios:

  1. este es un tema que siempre me ha interesado mucho, ya desde mis clases de filosofía de COU.

    Personalmente me decanto porque hay una pequeña parte que viene dada por la genética y la mayor parte es derivada del ambiente (familia, sociedad, amistades...). Sin embargo, hablándolo con una amiga médico, me decía que el peso de la genética era mayor; le puse el supuesto de dos gemelos separados en sociedades diametralmente opuestas, que sería muy diferentes. Ella me decía que podían serlo en costumbres o en formas de hacer las cosas por su sociedad, pero serían muy similares en personalidad...

    Así que no sé... supongo que me niego a creer que seamos únicamente un puñado de genes en competición con el resto...

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  2. Hola Pau, supongo que sí, que efectivamente resulta difícil pensar que somos un puñado de genes, el ser humano siempre ha querido creer que hay algo más. Yo me decanto más por lo que te comentó tu amiga, he leído también que los gemelos univitelinos son iguales, con las mismas tendencias, motivaciones, gustos, etc. Pero por supuesto el ambiente tiene mucho que ver con lo que somos, al fin y al cabo nuestros sentidos no captan la realidad tal cual es, y ese es uno de los motivos que nos hace diferentes.

    Muchas gracias por tu opinión. En el siguiente escrito hablaré de la doctrina del Buen Salvaje de Rousseau.

    Un saludo

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  3. Buenas!
    Me imagina que siempre ha existido esta discusión, pero creo que, efectivamente, somos algo más que un cúmulo de experiencias. Nuestro peso y herencia genética influirá algo... Eso y el hecho de que, prácticamente, seguimos siendo monos sin pelo. Es decir, los instintos siguen ahí, y por tanto, la teoría de la Tabla Rasa nunca me ha convencido especialmente.

    ¡Muy buen artículo! Perdone mi ignorancia en estos temas...

    Besos y abrazos

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  4. Hola Kay!!, gracias por tu comentario, y de ignorancia nada, que la primera que habla de estos temas con pinzas soy yo. Igual que a ti, a mí tampoco me convence la Tabla Rasa, de hecho el instinto de succión, por ejemplo, lo traemos de casa, y como ése otros tantos.

    Besos

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  5. Eso me recuerda (lo del instinto de succión que comentas) si conoces el libro "El mono desnudo" de Edmond Harris, donde se explica la evolución de los seres humanos desde un punto de vista físico y de supervivencia, ¡nada que ver con desarrollo social!

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  6. Ese libro no lo conozco pero me lo apunto. Respecto a lo que comentas de la evolución desde el punto de vista físico y supervivencia el libro de "El gen egoísta" de Richard Dawkins tampoco tiene desperdicio. Vamos que los genes tienen mucho que decir respecto a lo que somos.

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  7. Interesante problema el que planteas. Yo opino -porqué tampoco se me dan bien estos temas-, que el hombre es gen y experiencia. Tú tienes el papel en blanco, pero si tiene una buena predisposición genética, ese papal con más gramaje, podrá soportar más borrones y terminará aprendiendo de sus experiencias. Claro que eso no es definitivo, intervienen otros factores como la suerte (destino, caos, llámalo como quieras), lo que hace a la vida más interesante y por más que tengas a una persona con los mejores genes y todas las condiciones controladas, siempre le sucederá algo que lo influya... Bue, no me quiero ir de tema... Perdón ^_^;;

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  8. Hola Alfredo. Claro, porque si realmente fuésemos una tablilla en blanco,¿qué sería entonces, por ejemplo, la esquizofrenia?, actualmente una de las hipótesis es que puede ser debida a una serie de problemas estructurales que se darían en el desarrollo y formación del encéfalo fetal, por lo tanto no nacemos con un encéfalo desorganizado al que poder organizar con la experiencia.

    El factor "suerte" al que te refieres siempre me ha llamado la atención, ¿qué es la suerte en realidad?, es otro de los temas que quiero plantear en el blog.

    Gracias por tu comentario.

    Besos

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  9. Hola, realmente esta bien interesante tu escrito, yo todavia estoy muy fresca para estos temas ya que acabo de retomar los estudios, me podrias recomendar algunos libros por favor. mi correo es: licmarabadan@yahoo.

    Saludos.

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  10. Hola, gracias por haber participado en el blog, aunque desgraciadamente está un poco obsoleto ya que, de momento, no tengo tiempo de dedicarme a ello. Te recomiendo el siguiente libro "La tabla rasa" de Steven Pinker, editorial: Paidós, considero que es muy bueno y completo.

    Un saludo,

    Malavida

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